¡A Jesús le damos lo mejor!

Fadi de Egipto nos cuenta:
Una tarde fui a la feria de la parroquia y me gané un balón. ¡Ahora tenía dos balones! Durante esos días se celebraba un fiesta musulmana importante, y mi mamá me pidió si estaba de acuerdo en regalarle el balón nuevo a Amin, un niño musulmán que todas las mañanas hace pequeños trabajos a los vecinos.
Esta era la primera vez que me ganaba un balón, y era muy bonito. Pero por otro lado, no podía regalarle el otro balón porque estaba ya usado. Pensé durante toda la noche si regalarle el balón nuevo o no.
Al final entendí que si hubiera regalado el balón a Amin, habría hecho un acto de amor a Jesús, así que se lo regalé y al final jugamos juntos.

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