Juntos lo lograremos – El amor como anti-virus COVID19
“Durante estos días tenemos que quedarnos en casa, pero poseemos un secreto para ser igualmente felices: amar. Así pues, cada mañana lanzamos el dado y hacemos lo que dice”. Los gen4, los niños de los Focolares no se detienen: incluso en el confinamiento inician la jornada lanzando el “dado del amor”, en el que cada una de sus caras indica un punto del arte de amar, y se comprometen a vivirlo. De este modo la “casa” se convierte en un lugar que hay que llenar de actos de amor y por esto, en Roma, los niños han construido también una “casita” de cartón en la que meten cada día todos los papelitos en los que los cuentan o dibujan algo.
En algunas ciudades los y las gen4 han confeccionado cartelones o cartitas, involucrando a los papás, para ofrecer ayuda a las personas ancianas de sus edificios.
“¿Y si algún niño de nuestro edificio tuviera menos juguetes que nosotros?” se preguntaron Niccoló y Margherita, gen4 italianos. Entonces dejaron una caja a la entrada del condominio con el siguiente cartel: “¡Hola! Hemos encontrado en casa estos juguetes que nosotros ya no usamos. Si quieren, pueden llevárselos sin tener que devolverlos. ¡Ánimo!”
Los gen4 están en el mundo entero y, si esta pandemia afecta a todos los países, para ellos es espontáneo hacerse presentes y recordar a todos. Por ejemplo con la oración de los Gen4 de COREA del Sur (anexo 1)
En TANZANIA, una gen4, viendo que muchos niños sufrían porque no tenían nada que comer a causa del COVID19, pensó donar todo el dinero que estaba ahorrando desde hacía mucho tiempo en una cajita (40,800 en su moneda local = ¡aproximadamente 17,00 euros!).
En PORTUGAL surgió la idea de hacer algo para todos los Superhéroes que en este periodo han dado su contribución ayudando personalmente, no sólo médicos, enfermeros sino también quienes trabajan en las tiendas, los del orden público, los que limpian las calles… (anexo 2)
Junto a los niños, los ‘animadores’ de los Focolares están en primera línea para acompañarlos en este periodo tan delicado. Involucrando a los padres se realizan muchos encuentros a través de los medios de comunicación, a través de zoom por ejemplo, creando así redes y pequeños grupos, como en GUATEMALA, para no dejar a nadie solo.(anexo 3). Son posibilidades de intercambio de experiencias y un modo de ayudarse a recordar el compromiso de rezar por los enfermos y por quien sufre, como en Bilbao (ESPAÑA), y a veces también son momentos de fiesta, como en NÁPOLES, donde, con instrumentos improvisados, se conformó una maravillosa orquesta que ha conectado y regalado momentos de felicidad a muchos niños encerrados en casa (anexo 4). En Portugal algunos adultos hacen cada domingo un video con una pequeña representación del Evangelio y lo comparten en las redes sociales.