05_Hoy descubrí el Cielo: Etapa 5

Rezar como Jesús nos enseñó

 

A) Para los asistentes. Puntos de las charlas de Chiara: "¡Abbá, Padre!"

• Entre las muchas ocasiones en que Chiara habla de Dios como Padre y nos enseña a hablar con Él, retomamos un fragmento de la charla, citada en la etapa precedente, de Chiara en 1998 a los focolarinos: “[…] Pero - escribo aquí - en el Movimiento existe una oración que, con las infinitas y divinas riquezas que contiene, está encerrada en una palabra, en una sola palabra, que Jesús pronunciaba y nos enseñó, que el Espíritu Santo pone en nuestros labios. Jesús oraba, oraba a su Padre; para él el Padre - es una cosa nueva, nadie lo había conocido así - era "Abbá" o sea papito, papá, a quien se dirigía con acentos de infinita confianza y de amor inmenso - porque tenía confianza en su amor, pero también él lo amaba -; oraba al Padre estando en el seno de la Trinidad, donde Él es la segunda Persona Divina. Pero como había venido a la tierra... Entiendo a Jesús, yo lo... – el otro día leyendo este tema para venir con ustedes - entiendo a Jesús, porque bajó del Paraíso, de aquellas delicias que hay en el Paraíso - basta escuchar las pocas cosas que el Espíritu Santo nos ha sugerido – y que haya querido darnos también a nosotros sus cosas; lo entiendo, yo haría lo mismo, empujada por É ¿Pero quién no tendría... (aplausos). Es un deseo, un deseo sobrenatural de hacer partícipes también a los demás, porque si yo tengo una alegría quiero que también los demás la tengan. ¿No les parece, popos? También ustedes la sienten, sí. Pero ya que vino a la tierra por amor a nosotros, no le bastó estar él en esa condición privilegiada de oración – nada menos que en el seno del Padre, amando al Padre -, y muriendo por nosotros, redimiéndonos, nos hizo hijos de Dios como Él, hermanos suyos, y nos dió, a través del Espíritu (Santo), la posibilidad de ser introducidos en el seno de la Trinidad en Él, junto a Él, por medio de Él. De manera que, por medio de Él, de Jesús Eucaristía, también para nosotros es posible, aquella invocación: "¡Abbá, Padre!" ¡Papá, mi papito!, es decir, nuestro papito, con todo lo que comporta: total abandono en su amor... ¡esto es importante! Este año que es el año del Padre, este abandonarse, estar seguros, arrojar todas las preocupaciones a Él; ¡esto es importante! Total abandono... Certeza de su protección: tengo un padre, ya no me preocupo, puedo hacerlo, puedo hacerlo; tengo un padre que me da la certeza de su protección, estoy segura. ¡Además no me da una vida a medias! Sino que me da consolaciones divinas: fuerza, ardor que nace en el corazón de quien está seguro de ser amado. Esta es la típica oración cristiana, esta oración: "¡Abbá, Padre!" A lo mejor se me escapa que en algún Padre Nuestro del rosario estoy distraída en ese momento; entonces lo termino: "¡Abbá, Padre!" y siento que resume todo el Padre Nuestro. […]” ^[1]

B) Objetivos del encuentro GEN4

-Descubrir la belleza de la oración que Jesús nos enseñó y cómo Él nos ayuda a conocer bien quién es Dios, Padre Suyo y Padre nuestro.

C) Contenidos del encuentro GEN4: gotas de luz con la Sagrada Escritura

Sagrada Escritura:

- Episodio de Jesús con los discípulos: última parte, en que enseña el Padre Nuestro (Anexo C1)

- Episodio del Padre misericordioso (para descubrir juntos cómo es el amor del Padre por nosotros y por ello cómo debe ser nuestro amor hacia todos: “perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que nos ofenden”) (Anexo C2)

D) Ideas y otros materiales para realizar el encuentro (Anexos D)

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[1] C. Lubich, Castel Gandolfo, 24 de diciembre de 1998, a los focolarinos, “5° tema sobre la espiritualidad colectiva – 3° aspecto: 'El amor eleva'"

 

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