La “cultura del dar y del compartir”

“La gratuidad es fundamental en la vida. Incluso, puede convertirse en un verdadero arte. Cuando el arte de la gratuidad se aprende desde la infancia es más fácil que se convierta en cultura, cultura del dar, por lo tanto, podemos comenzar a esperar un mundo más justo, de paz, de comunión” (L. Bruni, in C.Heinsdorff – M.Bolkart, La felicità di dare, Città Nuova, Roma, 2005, quarta di copertina).

El recorrido de formación gen4, dentro de las comunidades del Movimiento de los Focolares, contiene elementos que pueden facilitar la adquisición de estos valores.

Sentirse parte de una numerosa familia de dimensión planetaria ayuda al niño a tomar consciencia del otro, que ya no será un “desconocido”, sino un hermano.

A medida que el gen4 experimenta, en primera persona, la belleza de ser amado de manera “gratuita” y desinteresadamente, descubre la alegría y la posibilidad de compartir lo que tiene no solo con sus amigos sino con todos.

Es la experiencia hecha por Chiara Lubich desde el inicio del Movimiento: desde el descubrimiento de Dios Amor hasta vivir la comunión de bienes, como los primeros cristianos, donde, por el amor recíproco vivido, ninguno de ellos tenía necesidades.

¿Con quién compartir y qué cosas?

Respondiendo a la pregunta de una gen4 de Corea («Chiara, tú nos enseñas a dar siempre, sin quedarnos con nada. Yo no tengo muchas cosas para dar. ¿Cómo puedo hacer?), Chiara Lubich amplia enormemente el horizonte del “dar”. No existe nadie que no tenga algo que dar: una ayuda, una sonrisa, escuchar, la alegría, compartir el refrigerio …

La “cultura del dar y del compartir”, que quiere ser el estilo de vida gen4, consiste en dar a los más necesitados no solo en un sentido material, sino también valorar todo lo que tenemos como “regalo”, la “riqueza personal” en términos de talento, conocimiento, capacidad de ayudar a cualquier persona que pasa a nuestro lado.

Así les escribió Chiara: