07_Hoy descubrí el Cielo: Etapa 7
“La atmósfera del Cielo”
A) Para los asistentes. Puntos de las charlas de Chiara:
En la primera etapa habíamos hablado de la “nostalgia del Paraíso”, donde estaremos siempre con Él. Pero desde ahora podemos vivir esta realidad del Cielo. Mencionamos dos aspectos subrayados por Chiara:
- La unión con Dios y la presencia de Jesús Eucaristía.
Así es como habló de ello a los Obispos amigos del Movimiento en una charla del 2004: “[…] Otro modo de generar la unión con Dios es la presencia de Jesús Eucaristía. Aquí hay una experiencia hecha: "Desde hace algunos días empecé a vivir la unión con Dios con más intensidad. El hecho es que habita en mi casa, del otro lado de la puerta de mi habitación, y me doy cuenta de que actúa. Se hace sentir delicadísimamente, pero si lo recibes, toma más espacio, dejando el alma más propensa a casi acostumbrarse a esta divina convivencia." Trabajando, pero se está con él. […]” [1]
- La unión con Dios y la presencia de Jesús entre nosotros por el amor recíproco.
En 1990 en una conexión, Chiara había hablado de los regalos “espirituales, (que) no faltan donde está Jesús presente entre nosotros”. Chiara se encontraba en la Mariápolis Luminosa, ciudadela del Movimiento que está cerca de Nueva York, donde en aquellos días, junto a muchas personas, había hecho una intensa experiencia de la presencia de Jesús, “del Reino de Dios”. Chiara decía que esta realidad del "ya" era tan fuerte, que “[…] no han faltado expresiones como éstas: "¡Si el Paraíso es así, nos basta!"; "Esta es la eternidad" […]” Más adelante seguía diciendo cómo: “[…] el "ya", el "ya" del Reino irradiaba de tal manera de todos, de los focolarinos y focolarinas, que se podía admirar en ellos una dignidad, belleza, libertad, armonía tales, que hacían recordar las palabras: "La gloria de Dios es el hombre viviente”. En este clima, luego, se constató nuevamente cómo el Cielo está hecho de Cielos (Reino de los Cielos); cómo en Dios, que es Amor, todo es vida, nada es estático y se pasa de una realidad a otra. […]”
Y Chiara concluía el pensamiento de la conexión con estas palabras: “[…] Y entonces no otra cosa más que el deseo de alentarnos a proseguir todos con redoblado vigor, repitiéndonos a nosotros mismos, esparcidos en el mundo: no perdamos tiempo, vivamos nuestro Ideal con intensidad. Si abrimos al mundo la experiencia del Paraíso que se puede construir ya desde aquí abajo, muchos creerán en el Paraíso de allá arriba. Y la repercusión sobre la humanidad será incalculable. Como propósito para los próximos quince días: vivir siempre en lo sobrenatural […]” [2]
En el 2004, habla a los focolarinos de la Unión con Dios y de la Cultura de la Resurrección. Es la unión con Dios, que dice, “es típicamente nuestra”, que se puede sentir con “[…] los sentidos del alma, porque el alma tiene sentidos así como los tiene el cuerpo [… ]”. Chiara habla de Jesús en Medio y dice: "¡Todos saben cuando está y sobre todo cuando no está! En los focolares, en los núcleos, en los congresos, todos saben. ¿Qué quiere decir que "saben"? Sienten, sienten con los sentidos del alma si está o no está. ¿Y por qué sienten? Porque nuestro camino es un camino ascético y místico al mismo tiempo. ¿Qué significa? Ascética quiere decir que requiere el esfuerzo del hombre, porque para tener Jesús en medio debemos amarnos, dispuestos a morir uno por el otro; pero si no tenemos la Eucaristía para sellar esto y construir la unidad, para que Cristo esté en medio nuestro, la unidad no existe. Entonces es ascético porque está nuestro esfuerzo; es místico porque está la ayuda de Dios, y con la Eucaristía manda una gracia, por la cual nace la unidad y está Jesús en medio. Entonces, si ustedes sienten ésto, cuando está y cuando no está, ustedes son ascetas y pequeños místicos; así es, así es. […] Y en cambio me dí cuenta de en el focolar o en los núcleos o unidades gen, etc., con Jesús en medio no te apagas nunca, basta que mantengas este fuego siempre encendido con tu amor al otro, con tu amor… Hasta dar la vida, entonces no te apagas nunca. Bien, esta fuerza nueva que refuerza tu voluntad – mientras que antes no la tenías - viene, justamente, de los dones del Espíritu, de la presencia de Dios. Son los dones del Espíritu, que es la… ¿Qué son los dones del Espíritu? La atmósfera del cielo [...]. [3]
B) Objetivos del encuentro GEN4
- Descubrir la presencia de Jesús en la Eucaristía
- Conocer y hacer la experiencia de Jesús en medio nuestro por el amor recíproco
C) Contenidos del encuentro GEN4: gotas de luz con la Sagrada Escritura y con la Espiritualidad (Respuestas de Chiara)
Sagrada Escritura:
Episodio de la Última Cena: los dones del Jueves Santo. Hablar en particular de la Eucaristía y del amor recíproco (este episodio incluye ambas presencias) (Anexo C1)
Episodio de la Resurrección: Jesús permanece entre nosotros si nos amamos (Anexo C2)
Espiritualidad:
Respuesta de Chiara (Anexo C3):
La presencia de Jesús en la Eucaristía
Una Gen 4: “¡Hola Chiara, yo estoy en el lugar de Valentina! "Querida Chiara, yo no voy con muchas ganas a Misa porque no la entiendo. Chiara, ¿me podrías explicar cómo has hecho para amar la Misa?". [4]
Chiara: Ahora viene algo bastante larguito, una historia más bien larguita, porque el segundo gen 4 me preguntó algo... me dijo: "Yo no voy con muchas ganas a la Misa porque no la entiendo". Yo entiendo que él no entienda. Entonces es preciso que yo le explique qué es la Misa. En la Misa, gen, precisamente, celebramos con Jesús su pasión y muerte, y su resurrección. Ahora les cuento la historia. Había un viejito alemán que venía de Austria o de Alemania. Era un sacerdote. Este sacerdote quería venir a Roma, porque quería hacer un peregrinaje con muchas penitencias, por lo tanto, quería venir a pie. Pero era viejito. Tenía los cabellos blancos, estaba encorvado. Y cuando llegó, después de muchos días, cerca de Roma, a Bolsena, -se llama Bolsena el lugar- preguntó si podía decir la Misa antes de partir para Roma. Pero durante la Misa, tal vez por el cansancio, él empezó a sentir dentro suyo una duda: "¿Será verdad que en el altar está Jesús? ¿Será realmente cierto que en el altar está el cuerpo de Jesús y la sangre de Jesús?". El, dándose cuenta de que tenía esta duda cuando nunca antes la había tenido, había creído siempre con la fe, empezó a transpirar, a llorar, a temblar, y no lograba continuar la Misa, porque tenía esa duda, esa duda. La gente que asistía a la misa decía: "Está enfermo, está enfermo el sacerdote; no logra continuar". Pero él, dándose ánimo, rezaba a Jesús y decía: "Perdóname porque tengo esta duda, perdóname, ten piedad de mí. Pero si quieres, dame una señal de que realmente tú estás aquí y que está tu sangre". Y rezaba. Entonces dijo la Misa, consagró, luego el Padrenuestro, luego el Cordero de Dios, -que aprenderán- y después llega el momento en el que debía partir el pan para poder hacer la comunión. Ustedes saben que en el altar los sacerdotes ponen algunos manteles; luego existe un mantelito pequeño que se llama 'corporal' porque allí se coloca el Cuerpo de Cristo. Cuando está por partir el pan, por partir la hostia santa, ¿qué sucede? Del pan caen gotas de sangre, mucha sangre que goteaba y manchaba el corporal y traspasaba el pan; y hasta caía en el suelo y dejaba manchas. El comprende enseguida que es la señal: "Entonces aquí está Jesús, entonces es Jesús". Entonces trata de esconder, de que nadie viera porque los demás lo estaban mirando. Pero la sangre se veía por todas partes. Entonces dijo: "Es mejor que diga todo". Entonces dijo: "Queridísimos parroquianos, yo les confieso que tenía una duda terrible. He pecado porque tenía la terrible duda de que Jesús no estuviera aquí. Pero le pedí una gracia, una señal, le pedí un signo. Y aquí tienen lo que Jesús me hizo ver y encontrar: su sangre en su cuerpo". Entonces, la gente se puso a adorar a Jesús que estaba en su cuerpo, en la santa hostia. Lo dijeron a todos y la gente venía de todos los pueblos. Y el Obispo que estaba en Orvieto, que es muy cerca, se enteró y dijo: "Hay que traer enseguida el Santísimo, es decir, el cuerpo de Jesús, que está ensangrentado, aquí a Orvieto, a la ciudad principal. Entonces, otro sacerdote tomó el cuerpo de Jesús y lo puso en un trono, y la gente lo llevó en procesión el cuerpo de Jesús a Orvieto. Entonces todos los niños de los pueblos venían y tiraban flores desde los balcones y tiraban flores a su paso y venían a festejar a Jesús y se ponían sus trajes típicos, brillantes y coloridos. Y los niños más pequeños estaban alrededor de Jesús, vestidos de ángeles, bailando, y festejaban, festejaban. Esto sucedió en Bolsena. Por eso Jesús está realmente presente en la Santa Misa. Pero, gen 4, cuando sean más grandes comprenderán muchas cosas más. (Aplausos)
La presencia de Jesús entre nosotros si nos queremos
“¡Jesús resucitó! Él permanece entre nosotros si nos amamos. Chiara” (Lubich C., in Gen4, n. 3-4 marzo-aprile 1981, p.5)
Respuesta de Chiara:
Una gen4: Hola Chiara. Yo soy Gaële y te hago la pregunta de Annabelle, de Fontem. "¿Cómo hacer para tener Jesús en medio?"[5].
Chiara: Hay que quererse, pero no es suficiente que yo quiera al otro. Es necesario que la otra persona me quiera a mí. Es el amor recíproco. Un amor que va y viene de las dos partes. Es un amor que tiene que ser muy concreto. No son declaraciones: Yo te amo, yo te quiero. No, no. Si el otro necesita ayuda, hay que ayudarlo, como hacíamos nosotras con la viejita. Si el otro llora, tenemos que ayudarlo, escuchar lo que tiene, para compartir su dolor. Si el otro está contento, porque es el día de su cumpleaños y los padres hacen una fiesta, también nosotras tenemos que estar contentos y festejar juntos. Hay que amarse recíprocamente. Aquí hay algunos ejemplos de cómo amar. Bien, el primero, arriba, es un niño pequeño, que ama a otra niña, la que tiene en la mano una muñeca, y le hace un regalito, porque ama. Es un amor concreto, no es un amor de palabras; le da algo concreto. Este segundo dibujo es muy lindo. Un niño ya más grandecito, con una gorra roja, que ve a un niño más pequeño, podría ser un gen 5. Entonces él, con el pañuelo, va a secarle las lágrimas, porque lo ama en serio, de un modo concreto, haciendo algo, no son palabras. Aquí se ve al abuelo que está leyendo un libro, y llega una niña, seguramente una gen 4, que le da una taza de té. Y el abuelo - observen los ojitos del abuelo -, se queda asombrado de que la niña sea tan buena, él no sabe que es una gen 4. Aquí en cambio hay una niña, que tiene trenzas, que le lee a una gen 5, porque la gen 5 no sabe leer todavía. Ven, ella ama concretamente. No dice solamente: “Yo te quiero”, sino que actúa.
D) Ideas y otros materiales para realizar el encuentro: Anexos D
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[1] Cf. C. Lubich, Castel Gandolfo, 16 de febrero 2004, a los Obispos amigos del Movimiento de los Focolares, "La unión con Dios"
[2] Cf. C. Lubich, Conexión CH, Mariapolis Luminosa, 24 mayo 1990, “Vivir el ya’” (publicado in: C. Lubich, Santos juntos, Roma 1995 , (Ia ed.: 1994), p. 35-38)
[3] Cf. C. Lubich, Castel Gandolfo, 4 de enero de 2004, a los/as focolarinos/as casados/as, "La unión con Dios se percibe, se siente"
[4] C. Lubich, Castel Gandolfo, 28 abril 1992, Congreso Gen4, 5.a respuesta
[5] C. Lubich, Castel Gandolfo, 7.6.1998, Congreso Gen4, 2.a respuesta
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